Orujo 9a+. Fotografía: David Munilla

Año 1998

Dos años después del encadenamiento de Orujo como 9a, en el año 1998, tenía en mente la idea de hacerla totalmente natural, sin las cuatro presas artificiales que había puesto. Era algo que me había propuesto hacer cuando la equipé, si en un futuro me veía con fuerza, y ese momento había llegado, ya que andaba buscando un proyecto más difícil. Evidentemente, estando las cuatro presas en los últimos 10 metros, lo único que tenía que trabajar era esa parte final y coger un poco más de fondo para llegar más fresco aún a esa parte.

Primero probé las secuencias sin quitar las presas y me di cuenta de que la primera de ellas no se podía quitar ya que, si lo hacía, la línea original se desviaba mucho, pero las tres restantes sí eran viables. Una vez sacados los pasos, quité las presas y metí hacia dentro los parabolts que las sujetaban para así obligarme a encadenarla.

Primero probé las secuencias sin quitar las presas y me di cuenta de que la primera de ellas no se podía quitar ya que, si lo hacía, la línea original se desviaría mucho, pero las tres restantes sí eran viables. Una vez sacados los pasos, quité las presas y metí hacia dentro los parabolts que las sujetaban para así obligarme a encadenarla.

Orujo 9a+. Fotografía: David Munilla

Orujo 9a+. Fotografía: David Munilla

Evidentemente, la dificultad de la vía subía mucho por explosividad pero parte de las secuencias eran iguales y al final sólo cambiaban los seis últimos metros; es decir, los 40 primeros eran iguales. Así que lo que hice fue colocar una cuerda estática justo antes del último techo para poder ensayar las secuencias totalmente fresco, que era lo que hacía normalmente cuando iba, y de vez en cuando la hacía entera para ir repasando la parte baja y mantener el fondo, ya que tenía que llegar como una rosa arriba para poder encadenar. El día que empecé a ir fluido por arriba quité la cuerda y ya era sólo cuestión de tiempo.

Cuando la encadené, la gradué de un poco más, como 9a+, sin pensar que pudiera ser un poco más ya que después de tantos años aún no han conseguido repetir. También hay que tener en cuenta que era la segunda vez que trabajaba la misma vía y puede que mis sensaciones no fueran exactas respecto al grado. Al cotarla de este grado se convertía en la segunda vía más dura del mundo después de Akira y la primera propuesta del mundo cotada de 9a+.

Alpechín 8c/+. Fotografía: David Munilla